29 de enero de 2009

Con educación…

Desde la coherencia y la tolerancia el Tribunal Supremo niega la Objeción de conciencia, da la razón aquellos que creemos en la EDUCACIÓN con mayúsculas.

En Mayo del 2007 leí en la Tribuna de El País un artículo de J.A.González Casanova que os recomiendo...

Educación para la Ciudadanía

J.A.González Casanova

La asignatura Educación para la Ciudadanía pretende evitar que los actuales efectos negativos de una secular ausencia de cultura democrática en España se sigan perpetuando. La crispación como estrategia en la lucha por el poder es un tipo de violencia heredada de un siglo y medio de guerras civiles y hunde sus raíces en ocho siglos de guerras de religión contra musulmanes y judíos patrios, turcos y protestantes europeos, con todo el fanatismo, intolerancia y afán exterminador que acarrearon y que han marcado el inconsciente colectivo de un gran sector del país. Nuestro régimen anterior fue una larga dictadura represora, nacida de una guerra de exterminio de los demócratas, que educó a dos generaciones en un "espíritu nacional" sectario y dogmático, basado en los más rancios tópicos antiliberales y antidemocráticos y plagado de mentiras históricas. Tan mala educación era, a su vez, fruto de esa vieja mentalidad intolerante y de una supina ignorancia de la verdadera historia española, convertida en una perenne lucha entre el bien (las derechas) y el mal (las izquierdas).


Con esos antecedentes no extraña el bajísimo nivel de cultura política tras 30 años de democracia formal y el desconocimiento de su origen histórico. Abundan los ejemplos diarios: los índices de participación electoral; los no sabe, no contesta de las encuestas; la inopia de periodistas jóvenes en materias juridicopolíticas; los ni idea ante preguntas de historia en los concursos televisivos; el lenguaje insultante y soez de los blogs de la derecha; los pateos y broncas de ciertos parlamentarios bien conocidos. Los valores constitucionales de respeto a la libertad, al consenso y al pluralismo no son vividos por muchas personas. Según una encuesta oficial, el 40% no cree que la democracia sea el menos malo de los sistemas políticos. Es verdad que estos valores se aprenden mejor si los practican los políticos profesionales y los promueven los medios de comunicación. Pero la conducta de ambos no ha sido nada ejemplar (sobre todo por la derecha eterna) y el periodismo ha fallado por lo general en su misión educadora, movido ante todo por lo conflictivo, morboso y frívolo, que es lo que produce mayor venta entre un público superficial e ignaro.


La nueva asignatura no puede sustituir por ahora esa educación básica cuyos maestros han de ser los políticos y los periodistas, pero pone las bases de un futuro comportamiento cívico, democrático, patriótico de verdad, informado, responsable y participativo. Promueve el respeto y la ampliación de todos los derechos humanos y de toda minoría social; presenta el diálogo como única solución de los conflictos, la igualdad de géneros, la solidaridad sin fronteras, la paz en la justicia; combate la xenofobia y el racismo; describe objetivamente y ensalza la pluralidad política sin autoritarismos, así como la nacional, cultural y lingüística de los españoles; la laicidad del Estado y el valor de la religión, las reglas éticas entre partidos, el análisis científico de las ideologías y los deberes ecológicos; todo ello sin sectarismo ni dogmas doctrinales impuestos a los alumnos. Por eso es pura calumnia interesada alegar, como alega la jerarquía eclesiástica, que se trata de un totalitarismo moral contrario a la fe cristiana, al que incita a rebelarse por objeción de conciencia. Quien no dudó en bendecir el nacionalcatolicismo del catón franquista obligatorio protesta ahora por que se forme a la juventud en la tolerancia respetuosa. Si tal catón volviera, nada objetarían los partidarios de la antigua intolerancia. El propio presidente de la Conferencia Episcopal acaba de reconocer: "toda intervención directa de la Iglesia (en el campo del ordenamiento político y social) constituiría una injerencia indebida". Su ataque a la nueva asignatura es un ejemplo de predicar y no dar trigo, pues se justifica, entre otras sinrazones, por un supuesto atentado a la moral católica en el caso de la homosexualidad. Ahora bien, la condena de la homofobia es puro respeto cívico a la no discriminación. Respetar no es recomendar ni promover. Lo verdaderamente cristiano es esa ética de la pluralidad convivente en la igualdad, no la de condenar inquisitorialmente todo aquello que no coincide con ciertas opiniones, harto discutibles y sin fundamento, sobre la naturaleza humana.

La crispación política promovida por cierto partido cuenta conscientemente con el pobre nivel de cultura democrática y con la ignorancia de muchos ciudadanos. Sin esas carencias ancestrales su estrategia fracasaría, como fracasa en zonas del país (Cataluña entre ellas) con mayor educación cívica. Nuestra democracia peligra y el fantasma del caudillaje mesiánico sobre un pueblo agresivo pero servil, irracional e inculto, vuelve a rondarnos como si volviéramos atrás varios siglos o tan sólo 30 años. Mientras cobra sus frutos futuros la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, al haber formado a los más jóvenes en los ideales por los que siempre lucharon los demócratas de esta desventurada patria, hagamos todos lo posible por educar a nuestros conciudadanos con la palabra y, sobre todo, con el ejemplo.


16 de enero de 2009

Contra el horror en Gaza...

Contra el bombardeo indiscriminado...bombardeo del que no se libran las escuelas, ni los hospitales, ni siquiera las instalaciones de la ONU...

En contra de los tanques que lo arrasan todo a su paso...en contra del afan de venganza de Hamas, de estas tres largas semanas de horror...


....más de 5.000 heridos...

...1.104 palestinos asesinados...


¡Que impotencia, que rabia, que indignación!


Condenemos la ofensiva israelí sobre Gaza...


Apoyemos al Pueblo Palestino...


...Manifestémonos...
...Gaza necesita nuestro apoyo...

Ven mañana Sábado 17 a las 19.00 hs a la Plaza Circular de Murcia

9 de enero de 2009

Otro triste adios...

El socialismo murciano vuelve a estar de luto...Se nos ha ido otra gran persona...otro gran compañero...un buen amigo...


Otra triste despedida...nuestro Santiago nos ha dejado...ya no lo encontraremos de arriba a abajo en la sede, a cualquier hora...echaremos de menos su alegría, su ímpetu...sus ganas de trabajar...la sede sin él nunca será lo mismo...

...Otra vez esa maldita enfermedad...
...Otra vez ese gran vacío...

6 de enero de 2009

Para comenzar el año...

...y como regalo de Reyes os dejo con un artículo de Manuel Vicent publicado en El País el pasado domingo...



El tiempo

El tiempo no existe. El tiempo sólo son las cosas que te pasan, por eso pasa tan deprisa cuando a uno ya no le pasa nada. Después de Reyes, un día notarás que la luz dorada de la tarde se demora en la pared de enfrente y apenas te des cuenta será primavera. Ajenos a ti en algunos valles florecerán los cerezos y en la ciudad habrá otros maniquíes en los escaparates. Una mañana radiante, camino del trabajo, puede que sientas una pulsión en la sangre cuando te cruces en la acera con un cuerpo juvenil que estalla por las costuras, y un atardecer con olor a paja quemada oirás que canta el cuclillo y a las fruterías habrán llegado las cerezas, las fresas y los melocotones y sin saber por qué ya será verano. De pronto te sorprenderás a ti mismo rodeado de niños cargando la sombrilla, el flotador y las sillas plegables en el coche para cumplir con el rito de olvidarte del jefe y de los compañeros de la oficina, pero el gran atasco de regreso a la ciudad será la señal de que las vacaciones han terminado y de la playa te llevarás el recuerdo de un sol que no podrás distinguir del sol del año pasado. El bronceado permanecerá un mes en tu piel y una tarde descubrirás que la pared de enfrente oscurece antes de hora. Enseguida volverán los anuncios de turrones, sonará el primer villancico y será otra vez Navidad. La monotonía hace que los días resbalen sobre la vida a una velocidad increíble sin dejar una huella. Los inviernos de la niñez, los veranos de la adolescencia eran largos e intensos porque cada día había sensaciones nuevas y con ellas te abrías camino en la vida cuesta arriba contra el tiempo. En forma de miedo o de aventura estrenabas el mundo cada mañana al levantarte de la cama. No existe otro remedio conocido para que el tiempo discurra muy despacio sin resbalar sobre la memoria que vivir a cualquier edad pasiones nuevas, experiencias excitantes, cambios imprevistos en la rutina diaria. Lo mejor que uno puede desear para el año nuevo son felices sobresaltos, maravillosas alarmas, sueños imposibles, deseos inconfesables, venenos no del todo mortales y cualquier embrollo imaginario en noches suaves, de forma que la costumbre no te someta a una vida anodina. Que te pasen cosas distintas, como cuando uno era niño.

 
Blogger design by suckmylolly.com